Lo que perdura, lo funda siempre una extranjera. Cuando la destrucción parece apoderarse de todas las cosas, y el reino de la violencia, del desorden, de la amenaza, impone su rígida ley, tal vez sólo una nueva mirada sobre el mundo es capaz de entrever un resquicio en el caos. Así, el cronista de la historia de La extranjera, llamado el Mudo, dicho el Rey Midas, se alza como el visionario de un futuro otro, tal vez mejor, quizá imposible, al evocar su historia, y la de Rut, y la de Mara, y los años de la guerra de los perros, y el misterio del nacimiento de su hijo.
L'estrangera, primera novela de Carles Torner, constituye una sugerente propuesta, de atrevida dimensión simbólica, inesperada en el panorama de la narrativa catalana.