Entre crónica y ficción, entre inmovilidad y viaje, entre apunte y reescritura, Suomenlinna es una apuesta literaria singular, radical, a favor del poso que los días dejan en nuestra memoria.
“Como un barco de guerra antiguo, el olvido atraviesa la bahía. Ante la ciudad, en medio del agua, la fortaleza se levanta vigilando no se sabe si el de aquí o el de fuera. Inacabada e inevitable, construida encima de islas, accesible en invierno cuando el mar se hiela y aislada con el buen tiempo por el mismo mar que la hace ser, Suomenlinna (Sveaborg en la otra lengua del país) es el gris claro reflejado en los grandes ojos grises de la abuela de donde vengo y el vasto proyecto imposible del viajero que gira con su libro de notas a la mano en torno a un círculo que nadie atraviesa…”