La manera de concebir y estudiar la literatura a menudo parte de un modelo cerrado y estable. Esta visión podía tener sentido en el siglo XIX, pero ya no es válida hoy. Actualmente, entender el estudio literario como una combinación entre exégesis textual y hagiografía no permite explicar por qué la literatura sigue siendo una práctica social y culturalmente relevante.
Literatura, lengua y lugar se pregunta, a partir de los principios de la termodinámica, qué sucede cuando estos tres elementos confluyen en un mundo marcado por la velocidad y el cambio constante.
Termodinamica aplicada a la literatura.