Partiendo de un incendio histórico en la Badalona romana de principios del siglo IV, El Ciclop sigue las aventuras y odiseas de una familia por el mar Mediterráneo y desiertos allá. Y a través de las voces narradoras, múltiples y diversas, especula sobre una visión global de la civilización hasta regresar a Badalona a mediados del siglo XIII. Es así como El Ciclop reflexiona, por un lado, sobre el transcurso de los individuos y de la humanidad, mientras por otro se ceba en una fuente de peripecias a base de épica, lírica e ironía.
Jugando a mezclar historia y ficción, El Ciclop recupera el espíritu y la estructura de una novela anterior de Cussà, La serp, para construir un relato que, más que una novela río, es un híbrido entre mosaico y caleidoscopio: a medida que van encajando las piezas, se va perfilando un argumento de fondo que aglutina la trama de cada capítulo.