Caballos salvajes (novela gráfica)

Inmensa, extraordinaria, un festival creativo, un viaje al fondo del alma, una maravilla del lenguaje y un autor que iba mucho más allá de la maldición y la contracultura.

Negro y rojo sobre blanco y ya tenemos los caballos salvajes desbocándose por las viñetas, veinte años después de la aparición de la emblemática novela, en una nueva lectura de las digamos aventuras, en un sentido amplio y a la vez oscuro, de un grupo de personajes que viven o malviven como si no fueran mortales y las drogas, el alcohol y sus riesgos no les importaran.
 
Una novela cargada de realidad y, sobre todo, de verdad, que va mucho más allá de ser el retrato –desacomplejado y antropológico– de una generación marcada por las drogas.

“Si no estuvieran todos tan a menudo cerca de la muerte, se podría decir que Cavalls salvatges es un canto a la vida a tres bandas, las clásicas: sexo, drogas y rock and roll.”, Tina Vallès.