¿En qué situación se encontrarían un cazatalentos futbolístico, un profesor de matemáticas, un velocista bielorruso o un niño que anhela jugar a la rayuela, pero conocido por todos como Pantera Negra? ¿En qué situación quedarían la esposa embarazada de un fanático del Barça, un vendedor de pipas del antiguo estadio de Sarrià, un portero que confiesa haberse dejado comprar, un delincuente que quiere robar las seis copas del Bus de los Campeones o un prestigioso árbitro que puede ser sustituido por otro colegiado infalible? ¿En qué situación veríamos una final de la Copa del Mundo entre Brasil y Cataluña, una afición enardecida por los colores de Polonia, unos directivos organizando un Mundial de sesenta días o un partido celebrado de camino hacia las estrellas?
Sin duda, en una situación de orsay.