Laura tiene nueve dedos y una secreta afición por inventarse vidas ajenas a partir de las fotos que completan los expedientes del personal de la compañía para la que trabaja.
Ella y su hermana Moira crecieron en un entorno familiar vinculado a la oposición antifranquista en la Barcelona de los últimos años de la dictadura, un período convulso y que marcó para siempre muchas vidas. Sus padres, activistas políticos y progresistas, quisieron educarlas en la “absoluta honestidad y libertad”, y entre otras cosas decidieron que sus hijas crecerían sin fotografías, enseñándoles en su lugar a fijar en su mente recuerdos vivos, “fotos de memoria”.
Al cumplir treinta y cuatro años Laura comienza a escribir un “diario retrospectivo”, algo donde permanezcan inalterados los recuerdos de su infancia, un soporte material donde grabar aquellas fotos de memoria que le enseñó a hacer su padre antes de que el paso del tiempo las degrade. Pero a medida que avanza en su diario, la posibilidad de que aquellos recuerdos sean sólo piezas inconexas de un pasado borroso se hace más y más presente.
El día que Moira le enseña a su hermana una fotografía de dos niñas pequeñas que podrían ser ellas dos, Laura inicia un viaje al pasado que no sólo le aportará respuestas sorprendentes acerca de sí misma y de su familia, sino que la ayudará a vislumbrar y comprender la naturaleza profunda de su ser.
La niña de los nueve dedos es una historia con una atmósfera entre realista i fantástica, que crea su intriga a través de la búsqueda de su personaje principal, su cuaderno y sus recuerdos.