Un estudio que se rinde a la evidencia de que ya no resulta lícito hablar de la imaginación y la creatividad como se ha venido haciendo hasta ahora.
Todo está previsto para que todos produzcan más y produzcan más rápido. Pero lo periférico o aparente suplanta lo seminal y lo verdadero, y la creación se desvirtúa o se menoscaba.
Diversas revoluciones simultáneas son la causa. Aquí se examinan y contextualizan para que el lector tenga la última palabra. En este siglo XXI de incertidumbres, desazones y obsolescencias, las certezas nacen y mueren en el terreno del arte a excesiva velocidad. Internet ha acelerado el proceso creativo. Ha eliminado intermediarios a través de los blogs o las Plataformas de Autoedición Digital, que inyectan la ansiedad de la inmediatez en creadores que ni siquiera deseaban serlo. Ha convertido con frecuencia a los artistas en "creadores de contenidos" a los que ayuda a reciclar y a producir pero a los que vigila a través de sitios web que actúan como laboratorios que monitorizan y adocenan la creación.